Te costó encontrarla pero al final encontraste la alfombra que querías. Es la adecuada para el espacio, tiene el color que te gusta y el diseño perfecto. Ahora lo que quieres es que esté perfecta durante mucho tiempo. Hoy te damos algunas recomendaciones para que aprendas a cuidar tus alfombras de la mejor manera posible.
Las alfombras te ofrecen un sinfín de ventajas allí donde las pongas. Son decorativas, aportan calidez y confort a cualquier espacio y, además, protegen los suelos del deterioro cotidiano. Eso sí, es importante mantener una rutina para cuidar tus alfombras. Así conseguirás que estén perfectas y que se mantengan en buen estado durante mucho tiempo.
El aspirador, tu aliado a la hora de cuidar tus alfombras
Si te has comprado una alfombra y la vas a colocar en tu salón, en el recibidor o en el dormitorio, lo primero que tienes que hacer es comprarte un aspirador. Será tu mejor herramienta para ayudarte a cuidar tus alfombras y mantenerlas limpias. Además, conviene que elijas un modelo potente, con o sin cable, capaz de dejarlas impolutas.
Aspirar las alfombras con frecuencia es indispensable para conseguir que estén limpias y no acumulen demasiado polvo y suciedad. Has de hacerlo con técnica, de una manera correcta para que sea efectivo. Pasar el aspirador sobre tus alfombras con mucha energía y muy rápido no te servirá de nada. Has de hacerlo lentamente y de una manera constante, y como mínimo una vez a la semana (eso si no tienes niños ni mascotas en casa).
Esta forma de cuidar tus alfombras y mantenerlas limpias es especialmente importante si eres alérgico, o lo es algún miembro de la familia. De esta forma conseguimos reducir la cantidad de polvo y ácaros del ambiente, lo que es beneficioso en estos casos.
Cuidado con las manchas
El primer consejo que voy a darte para cuidar tus alfombras de una manera efectiva es que te quites los zapatos nada más entrar por la puerta de entrada. Los zapatos de la calle ensucian mucho el suelo de tu casa, y no digamos las alfombras. No está de más que te hagas con un felpudo para colocar delante de la puerta, en el que puedas limpiar tus suelas antes de entrar.
Evitar las manchas es lo mejor para cuidar tus alfombras, aunque no siempre es posible lograrlo. Aunque evites tener una alfombra debajo de tu mesa de comedor, a veces los accidentes ocurren y es inevitable que, en algún momento, se nos derrame algún líquido. Si esto pasa, ten la precaución de limpiar la mancha lo antes posible, absorbiendo el líquido con un paño de algodón. Después prepara una mezcla de agua tibia con un poco de amoniaco y frota la mancha de fuera hacia adentro, para no extenderla.
Un consejo importante: no recurras a productos limpiadores que no hayas probado con antelación en una zona poco visible de tu alfombra. Puede que no se comporten igual en todas las alfombras y que sea peor el remedio que la enfermedad, como se suele decir. Ante la duda, agua y jabón neutro.
Protégelas del sol
Los rayos directos del astro rey no le vienen nada bien a tus alfombras, así que si quieres que te duren, protégelas al máximo. Comienza por evitar poner alfombras cerca de un ventanal soleado. Pero, si no puedes evitarlo, inténtalo colocando en las ventanas unas cortinas, estores o persianas. Es la mejor manera de matizar el sol y de cuidar tus alfombras para evitar que se decoloren.
Si tienes un espacio muy soleado, o quieres utilizar tu alfombra en un porche o en la terraza (cubierta o no), lo mejor que puedes hacer es elegir un modelo de exterior. Hay modelos muy decorativos que puedes usar tanto dentro como fuera, ya que son resistentes y capaces de soportar las agresiones externas del sol, de la humedad, etc.
La experiencia de un profesional
Una buena recomendación para cuidar tus alfombras es recurrir de vez en cuando a la experiencia de un profesional. Por eso, llevar tu alfombra a la tintorería una vez al año (o cada dos años en función del trote que deba aguantar) es una buenísima idea. Conseguirás mantenerlas como nuevas durante mucho más tiempo.
Ten en cuenta que por mucho que las cuides y las aspires, no es nada fácil realizar una limpieza a fondo de tus alfombras en casa, sobre todo si tienen un tamaño considerable. En ese caso, suelen resultan muy pesadas y difíciles de manipular. No te compliques y deja actuar a los profesionales.
Sea como sea, si eliges alfombras de tonos oscuros (o al menos no demasiado claros) y las cuidas como te hemos contado, verás cómo te duran mucho, mucho tiempo perfectas. En cualquier caso, aplica estos consejos y no renuncies a decorar tu casa con alfombras.
Nota original.