Mostaza, amarillo oscuro, ocre, oro viejo… Aunque todo es cuestión de matices, la sensación cromática de todas estas tonalidades no difiere tanto. Y todos ellos se van a convertir en tendencia en muy poco tiempo. Te contamos cuáles son las mejores combinaciones y cómo puedes utilizar con éxito este color tan especial en tus ambientes.
Si hay un color que me encanta para combinar en la decoración de interiores, ese es el color mostaza. Ese amarillo tan elegante y seductor que, además, resulta alegre e intenso sin ser estridente. No me puede gustar más. Y es que son tantas las mezclas y combinaciones a las que puede dar lugar, tantas las formas de utilizarlo, que se convierte en un color al que no conviene perder la pista.
Hoy te traemos algunos ambientes en los que este peculiar amarillo es protagonista. Así podrás encontrar la manera de hacerlo tuyo en la próxima temporada. Te encantará seguro.
Los matices del color mostaza
No se trata de un amarillo sin más. No es un brillante color limón (aunque también nos encanta). El color mostaza puede adoptar varios matices, más claros u oscuros, más o menos intensos. Sin embargo, es profundo y elegante en todas sus versiones: oro viejo, ocre, etc.
Gracias a su gran capacidad de iluminar un espacio, puedes incorporarlo casi a cualquier habitación, desde el salón al cuarto de baño, pasando por el dormitorio o la cocina. En todas partes dejará su impronta, añadiendo a la atmósfera una nota de confort y calidez.
Queda genial en las tapicerías, en las alfombras o, incluso, en las paredes. En relación a esto último, todo depende del resultado que se quiera conseguir.
Mil combinaciones posibles
Una de las características que definen al color mostaza es la versatilidad de la que hace gala, pudiendo combinarse con acierto con un montón de gamas cromáticas diferentes. Va bien con tonos fríos y también con colores cálidos. Combinado con gris resulta moderno y elegante, y también si lo acompañas de algún toque de negro o gris o azul oscuros y profundos.
Lo mejor que podemos hacer, ante un mundo tan amplio de posibilidades, es indagar, explorar el universo de la decoración para encontrar lo que más nos gusta. Aquellas opciones con las que nos sentimos más identificados, ya consistan en usar el color mostaza como base de un ambiente, o para dar un golpe de luz a un espacio más sobrio.
Acompáñalo de tonos neutros para ambientes serenos
La combinación del color mostaza con blancos, cremas y arenas es muy adecuada si lo que queremos son espacios relajados y luminosos. La clave está en mantener una paleta sencilla, con los amarillos, los tonos neutros y pocos colores más. De esta forma los ambientes resultan más actuales.
El ocre, por ejemplo, es un tono muy conectado con la tierra, con la naturaleza. Queda genial junto a los matices de la madera. Puede ser el contrapunto perfecto, junto a los neutros, y la clave de una gran combinación cromática.
Mostaza y turquesa, una mezcla audaz
Si lo que buscas son espacios modernos y atrevidos, pero que no pierdan ese matiz elegante que tanto te gusta, puedes intentar esta combinación de colores de mostaza y turquesa.
Como verás en las imágenes, la mezcla funciona. Y aunque es atrevida, todo dependerá de la intensidad de los colores. Puedes optar por tonos más claros y menos rotundos, para lograr un efecto menos potente que perdure en el tiempo.
La delicadeza del azul hielo
El color mostaza tiene muchos tonos que lo complementan y enaltecen. Igual que los neutros, el negro o el turquesa, el azul hielo, muy pálido y suave, acompaña de maravilla a un amarillo intenso y con mucha personalidad.
Si te decides por esta combinación de colores no te olvides de incorporar al ambiente una variedad de texturas, desde telas de lino o terciopelo, hasta muebles de madera o superficies de cuero. Así mitigarás ese aire infantil que puede tener el azul pastel y le darás más profundidad a la decoración. Los muebles de diseño también pueden servirte a este propósito.
Con rosa, un soplo de aire fresco
El dúo rosa–amarillo mostaza es uno de mis favoritos, cuando se trata de incorporar este color en la decoración de un espacio. Sin embargo, no todos los rosas se prestan a esta combinación (o no con el mismo acierto). Para lograr el éxito se requiere un rosa cuarzo o un rosa empolvado, con un matiz elegante y delicado.
Hemos comprobado que el color mostaza funciona de maravilla con muchos colores diferentes. Con unos resultará más elegante y con otros más fresco, pero con todos ellos es atractivo y especial. Ya solo tienes que decidir en qué medida lo vas a utilizar y acompañado por qué otros colores. Tienes el éxito prácticamente asegurado. ¿Qué opción cromática es tu favorita?
Notas original.